Los Leones de Jabir: Obras Maestras Alquímicas del Sultanato de las Murallas de Hierro


En el post de hoy os venimos a hablar de una criatura del universo de Trench Crusade. ¡Comencemos!
 
En el legendario Sultanato de las Murallas de Hierro, en lo profundo de los jardines dorados de Damasco, a través de la Cueva del Durmiente y más allá de las Siete Puertas del Potencial, se encuentra el vasto laboratorio y fábrica metafísica de los alquimistas.
 
Utilizando la misteriosa nave Jabire conocida como takwin, los alquimistas pudieron crear vida artificial y producir todo tipo de extrañas y maravillosas bestias y robots para deleitar a las multitudes en los zocos y decorar los jardines de los sultanes.

Más profundamente aún, en los rincones más oscuros y secretos del complejo alquímico, más allá de las siete puertas ocultas del presente, se encuentran santuarios donde el arte y la ciencia de Tarquin se perfeccionan hasta alcanzar su propósito más agudo y mortal. Aquí es donde crearon el temible León de Jabir.

El León de Jabir, que lleva el nombre del mortífero cazador de las llanuras, puede adoptar muchas formas, pero no todas son leones. Cada uno es una obra maestra única, elaborada según la habilidad y el arte de los científicos de Jabire que los crearon. Las artes esotéricas utilizadas por los alquimistas se aprendieron mediante el estudio de los Libros Prohibidos de Salomón, y muchos alquimistas murieron cuando sus experimentos fallaron o se salieron de control. Sin embargo, el ejército del Sultanato tenía una necesidad urgente de los Leones, por lo que el programa continuó independientemente de los costos y las bajas.

Crear el León de Jabir fue extremadamente difícil, con innumerables variables a considerar. Debido a esto, los leones suelen tener alguna deformación. Aunque siguen siendo excelentes cazadores en la guerra, sus deformidades a menudo hacen que su supervivencia sea un dolor y sufrimiento físico constante. Los ejemplos verdaderamente trágicos son los leones con inteligencia humana que son atormentados por la angustia existencial al darse cuenta de los horrores de sus orígenes antinaturales.

En la batalla, los Leones de Jabir son amenazas mortales, y se utilizan como vanguardia del ejército del Sultanato. El propio Sultán tiene una jauría de caza de setenta y siete enormes Leones de Jabir que lo custodian día y noche, y lo acompañan en el campo de batalla. La velocidad y la ferocidad de los Leones son casi inigualables, y algunos incluso tienen poderes extraños otorgados por su nacimiento alquímico. Muchos tienen armaduras fusionadas con la carne y fabricadas con metales alquímicos, grabadas con sellos y sigilos crípticos, y ricamente adornadas por los Alquimistas para ocultar los defectos de sus creaciones.

¿Habéis oído hablar de ellos? ¿Os gustaría montarlos y pintarlos? ¡Os leemos en los comentarios!

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