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Aunque al principio se muestra reticente, Helena se acaba animando. Esa noche, queda con su match, un hombre especialmente atractivo con un rollito surfero que le resulta irresistible. Ambos buscan lo mismo: un lío de una noche, ¡nada más! Es perfecto, ¿verdad? Salvo porque el apuesto desconocido no es otro que su nuevo jefe. Pero eso Helena aún no lo sabe.
¿Perdón?
A la mañana siguiente, Matthew se horroriza al descubrir que Helena es la chica nueva. ¡Por Dios, si trabaja para él! Además, su ex, Betty, es la jefaza de la librería. Como esta se entere de que se ha liado con una de las empleadas, la cosa se pondrá chunga para los dos. Es una pena, pero va a tener que convertirse en un jefe autoritario. ¿Su objetivo? ¡Librarse de Helena cuanto antes! Pero para eso va a tener que dejar a un lado la atracción innegable que existe entre ellos, y le está siendo más complicado de lo que esperaba…
Mi opinión: Helena y Matthew se conocen a los pocos días de mudarse a San Francisco gracias a una aplicación de citas, lo que no saben es que ese encuentro cambiará para siempre sus vidas.
Me ha gustado mucho como empieza esta historia y gracias a los dos puntos de vista que tenemos en toda la novela conseguimos empatizar y conocer mucho mejor a los dos protagonistas.
Creo que la ambientación y que los dos acaben trabajando en la misma librería hace que la lectura de este libro sea mucho más amena de lo que pensaba.
Si os digo que me lo he leído en una sentada en una tarde es porque me ha enganchado desde la página uno. Los amigos de los dos protagonistas me han caído genial porque todos tenemos algún amigo así en nuestra vida.
Si os gusta el cliche de empleada-jefe, que no suele ser de mis favoritos, os recomiendo este libro totalmente porque vais a amar a los personajes.
