Estos relojes de vela son antiguos, la primera referencia que se tiene de uno data del año 502 d.C. en un poema chino de You Jiangu. En dicho invento, se detallaban seis velas idénticas en peso y grosor, con una altura de 30 centímetros cada una. Estas velas presentaban marcas en secciones de una pulgada, y cada pulgada requería 20 minutos para consumirse por completo. La duración total de una vela era de 4 horas. Resguardadas en estructuras diseñadas para proteger la llama, estas velas se convertían en instrumentos precisos para medir el transcurso del tiempo, una técnica invaluable cuando el sol no se encontraba a la vista.
Estos relojes se utilizaron hasta bien entrado el siglo XVIII, a pesar que los relojes comunes ya eran bastante utilizados. Por otra parte, algunos de estos relojes también se usaron como despertadores, lo que hacían era colocar un clavo en la parte de la cera, esta al derretirse hacia caer el clavo que golpeaba la base de la vela haciendo un sonido que despertaba al dormilón. ¡Pensad lo que costaría calcular la hora exacta a la quisieras que sonase, que locura!
¿Habíais oído hablar de ellos? ¡Os leemos en los comentarios!
