El capricho es una de las pocas obras del arquitecto que se pueden disfrutar fuera de Cataluña y, es también una de sus obras más antiguas junto a la Casa Vicens de Bacelon. De hecho, junto a esta última y los Pabellones de la Finca Güell, forman el trío de obras del arquitecto.
Fue construido entre 1883 y 1885 y es una de las primeras obras importantes de Gaudí, antes de que comenzara su trabajo en el famoso Templo de la Sagrada Familia en Barcelona.
Es una obra que planteó lo que para él era la casa ideal. Responde a un estudio perfecto de los espacios, los usos, el clima... Y la integró perfectamente en su entorno y los gustos y necesidades del promotor.
La construcción se llevó a cabo por encargo de Máximo Díaz de Quijano, un mecenas y benefactor de Gaudí. El edificio sirvió originalmente como residencia de verano para la familia de Quijano, y su nombre, "El Capricho", refleja la idea de que la obra fue un capricho arquitectónico.
En 1969, El Capricho fue declarado Monumento Histórico-Artístico de Interés Nacional, lo que contribuyó a su preservación y reconocimiento como un importante ejemplo de la obra temprana de Gaudí. Hoy en día, se puede visitar y es parte del patrimonio cultural de España. Su estilo único y su belleza lo convierten en un destino atractivo para los amantes de la arquitectura y el arte modernista.
Lo he visitado recientemente y la verdad es que me llamo mucho la atención, sobre todo por lo colorido de la construcción y de todos los detalles que tiene. Hicimos la visita sin guía y tuvimos la suerte de poder ver algo muy especial que tiene la casa. Si os decidis a visitarlo, yo os recomiendo hacerlo con un guía pero si queréis hacerlo por vuestra cuenta, ojala tengáis la suerte de verlo.
¿Conocíais este edificio? ¿Lo habéis visitado? Os leemos en comentarios.
