Hoy les presento un breve artículo inspirado en las vivencias de uno de mis familiares, en particular, mi tía. Ella es una apasionada viajera y durante uno de sus recorridos por Asia, tuvo la curiosidad de consultar a un monje budista acerca de la razón detrás de raparse el cabello. La respuesta que recibió resultó sumamente interesante: en su religión, se prohíbe causar daño a los animales, y dado que los piojos, que pueden habitar en el cabello, y son considerados animales, por lo que optan por cortarse el pelo. De esta manera, reducen en gran medida la posibilidad de lidiar con estos parásitos y evitan la necesidad de quitarles la vida, ya que los piojos no son bienvenidos en este contexto espiritual.
Como bien os he dicho esto es una vivencia de una familiar, buscando en Internet he hallado una gran variedad de razones de porque se rapan la cabeza, pero yo os he contado la que este monje en persona le conto a mi tía.
¿Qué os ha parecido esta anécdota? ¿A que es curiosa cuanto menos? ¡Os leemos en los comentarios!