Una vez que el dueño abre el alfiletero o la cajita, estos saltan a su cabeza, comienzan a dar vueltas sobre ella y le preguntan continuamente cuál es el trabajo que deben realizar. Trabajan por la noche y para cuando la primera luz de sol ilumina, estos ya han acabado su tarea.
Para conseguir a estos duendecillos lo que se debe hacer es lo siguiente: la víspera de San Juan, se debe dejar un alfiletero o una cajita encima de una maleza y al amanecer, los galtzagorri se habrán introducido en ella.
Además se dice que cuando adivinos, brujos o curanderos realizan algo increíble, estos seres minúsculos han estado detrás.