La tradición de comer uvas en España en la Nochevieja, o fin de año, se conoce como las "uvas de la suerte" o las "campanadas de fin de año". Esta costumbre se remonta al siglo XIX y tiene varias historias que explican su origen.
Una de las historias más aceptadas es la que dice que en 1909, hubo un excedente de uvas en la región de Alicante, en el sureste de España. Los productores de uvas tuvieron la idea de promover su consumo en la Nochevieja como una forma de deshacerse del excedente y estimular las ventas. Para hacerlo más atractivo, sugirieron que las personas deberían comer una uva por cada campanada que marcara el reloj de la Puerta del Sol en Madrid a medianoche, un total de 12 uvas. Se creía que esto traería buena suerte para el próximo año.
En otra historia nos trasportan al Madrid de 1880 como una acción satírica y de protesta porque por aquel entonces la burguesía española copió la costumbre francesa de hacer fiestas privadas en Navidades en las que se bebía champán y se utilizaban uvas como acompañamiento. Al mismo tiempo que se celebraban estas fiestas, el ayuntamiento de la ciudad prohibió los festejos callejeros que se celebraban normalmente en la Noche de Reyes. Por ello, los madrileños, a los que se les había arrebatado su divertimento de Navidad, aprovecharon que sí podían reunirse en la Puerta del Sol en Nochevieja para escuchar las campanadas del reloj y empezaron a comer uvas como burla a la costumbre burguesa y como protesta por las restricciones del ayuntamiento.
La tradición se ha mantenido desde entonces y se ha convertido en una parte importante de las celebraciones de fin de año en España. Las personas reúnen a sus amigos y familiares para comer las uvas y ver las campanadas en la televisión, y muchas plazas públicas en toda España tienen relojes gigantes que marcan las campanadas para que la gente pueda participar juntas en esta tradición.
Comer las 12 uvas al ritmo de las campanadas es un desafío divertido y a menudo se acompaña de risas y apuros para tragar todas las uvas a tiempo. Si una persona logra comer las uvas con éxito, se cree que tendrá buena suerte en el año que viene. ¿Pero porque doce uvas? Las doce uvas simbolizan los doce meses del año y cada uva comida con cada campanada supondrá buena suerte en el correspondiente mes. La uva es un fruto que se asocia con símbolos positivos como la hermandad, unión, alegría o placer (dios Baco) y quizá por ello la aristocracia francesa la comía en sus fiestas.
En resumen, la tradición de comer uvas en la Nochevieja en España se originó como una estrategia de marketing para vender un excedente de uvas en el siglo XIX y se ha convertido en una costumbre arraigada y festiva que simboliza la buena suerte para el próximo año.
¿Sois de los que coméis uvas o tenéis otras tradiciones en vuestras casas? Os leemos en comentarios y Feliz Año Nuevo para todos!!