La expresión castellana "Tirar los tejos", con su moderno significado de coquetear o ligar, tiene un fascinante origen que se remonta a prácticas sociales de antaño. Este dicho tiene sus raíces en un curioso juego que se solía realizar en las plazas de pueblos y ciudades, donde los mozos participaban en un peculiar ritual de cortejo.
En este juego, una teja era colocada en el centro del área de juego. Los jóvenes se congregaban alrededor de ella y, en lugar de lanzar las piedras directamente a la teja, elegían lanzarlas en dirección cercana a las chicas que les llamaban la atención. Este gesto, en apariencia simple, se convertía en una forma discreta de llamar la atención de las jóvenes, brindándoles la oportunidad de acercarse con una excusa genuina: recoger la piedra lanzada.
Este curioso enfoque se convirtió en una estrategia ingeniosa para iniciar conversaciones y, posiblemente, establecer conexiones románticas. Aunque puede parecer un tanto inusual en la actualidad, este antiguo juego refleja cómo las expresiones y costumbres culturales a menudo evolucionan con el tiempo, conservando su esencia y raíces en la sociedad moderna.
La conexión entre "tirar los tejos" y el arte de cortejar resalta la creatividad y el ingenio de las personas en su búsqueda del amor. A medida que el lenguaje y las costumbres se transforman, estas expresiones idiomáticas continúan siendo una ventana al pasado, recordándonos que incluso en tiempos antiguos, la necesidad de establecer conexiones emocionales genuinas seguía siendo un elemento esencial en la vida humana.